Visita al pueblo de Medina Sidonia | Cádiz | Vejer de la Frontera | Andalucía


Imágenes

Descripción

Al mencionar la historia de Vejer no podemos dejar a un lado el pueblo de Medina Sidonia, es un pueblo muy parecido a Vejer, también forma un Conjunto histórico Artistico desde 2.001, es un pueblo con mucha historia que tiene mucho para ver y conocer.

El término municipal de Medina Sidonia, ubicado en la provincia de Cádiz, siendo limítrofe, desde el Norte y siguiendo el sentido de las agujas del reloj, con los municipios gaditanos de Jerez de la Frontera, Paterna de Rivera, Alcalá de los Gazules, Benalup-Casas Viejas, Los Barrios, Tarifa, Vejer de la Frontera, Chiclana de la Frontera y Puerto Real.

Tienen dos núcleos principales de población que componen el municipio, Malcocinado-Badalejos y la propia ciudad de Medina Sidonia que cuenta con 11.683 habitantes en el término municipal del 2011.

Medina Sidonia se ubica en plena Comarca de la Laguna de La Janda, uno de los espacios naturales más importantes de la Península Ibérica, tanto por su extensión como por su potencial ecológico. La Comarca de la Janda se encuentra en la zona centro-sudoccidental de la provincia de Cádiz, limitando con las comarcas denominadas Costa Noroeste, al Oeste, Campiña al Norte y Campo de Gibraltar al Este. Completan sus límites el Océano Atlántico por el Sur y la provincia de Málaga en un pequeño tramo al NE.

HISTORIA Y PATRIMONIO
El pueblo de Medina tiene 3.000 años de antigüedad, fué Galardonada con el premio al Embellecimiento de los Pueblos Andaluces, y declarada Conjunto Histórico Artístico.Al visitar la ciudad de Medina Sidonia dará un paseo por la historia, descubrir y conocer entre sus calles, vestigios y huellas de las distintas civilizaciones que forman parte de la memoria y el legado histórico de la localidad.

Fué reconocida por la belleza de sus características calles blancas, el enrejado de sus balcones y ventanas, por sus deliciosos dulces artesanos y por su rica gastronomía. Medina Sidonia es una de las poblaciones históricas y monumentales más importantes de la provincia de Cádiz.

Cada rincón de esta ciudad muestran los restos de su historia.
Tanto las fuentes escritas como las arqueológicas demuestran su antigüedad de la ciudad, la cual por su localización y enclave estratégico ha jugado un papel importante en el proceso histórico de la zona.


El territorio de la actual ciudad de Medina Sidonia constituye, por razones variadas, parte de un espacio histórico de gran importancia, tanto en la Prehistoria como en la Historia del Sur de la provincia de Cádiz.

El Cerro del Castillo y el Cerro de las Madres, en relación a los cuales se organizará el núcleo urbano principal de la localidad, se encuentran habitados sin solución de continuidad desde la Protohistoria, y el primero de ellos fue germen, desde ese mismo período histórico, de una entidad urbana y cívica.

Este papel histórico regional de la ciudad y su territorio, y su ubicación privilegiada para la defensa y el control de un fértil y estratégico espacio, han convertido a Medina Sidonia en una de las poblaciones con más monumentos y más riqueza arqueológica de la provincia de Cádiz.

Este territorio hubo de ser ya conocido y frecuentado desde las primeras etapas de la Prehistoria, si bien la investigación sistemática sobre este poblamiento inicial aún está por hacer y se desconoce su registro concreto en este término municipal de Medina Sidonia.

Este ámbito espacial está enmarcado en la zona más meridional de la Península donde hay importantes evidencias de la ocupación de grupos de cazadores-recolectores durante el Pleistoceno, y que es objeto igualmente de debate como una de las vías del primer poblamiento de Europa desde África, a través del Estrecho de Gibraltar.

Las investigaciones en entornos próximos, la Comarca de la Janda y Campo de Gibraltar, así como en valles fluviales, como los del Guadalete o del Palmones, demuestran la existencia de estos primeros asentamientos en el Paleolítico Inferior. El estudio de las áreas de aprovisionamiento o consumo de los recursos naturales, tanto bióticos como abióticos, del registro material en su contexto estratigráfico, permitirían el conocimiento sobre las ocupaciones y movilidad de estos grupos en el territorio de Medina Sidonia, en un paisaje tan variado desde la campiña a la sierra y la cercanía de la costa.

La continuidad y características de este poblamiento durante el Pleistoceno final e inicios del Holoceno adolece igualmente de la falta de investigación. Los abrigos con arte rupestre en Benalup-Tarifa son testimonios cercanos de dicha continuidad. Igualmente desconocemos cómo fueron los asentamientos de los grupos neolíticos con una economía ya productora y su evolución posterior. Sin embargo se conservan interesantes testimonios de estas comunidades en el arte de los abrigos y en los conjuntos dolménicos de la comarca de la Janda.

Sobre la base de un poblamiento característico del Bronce Final –detectado hasta la fecha solamente en los yacimientos de El Berrueco y el Cerro de las Madres- hubo de constituirse en el solar de la actual Medina Sidonia una primera entidad urbana, Asido, expresión de una formación social propia de la Edad del Hierro, coprotagonista, a la par que Gadir y Asta, del proceso histórico de una región que se extendía desde las inmediaciones del Estrecho de Gibraltar hasta la desembocadura del Guadalquivir. Poco sabemos de esta etapa de la historia de Asido, ni de su territorio, ni de la ocupación y poblamiento del mismo, un desconocimiento que se sustenta en la carencia de investigaciones ad hoc y no, seguramente, en la inexistencia de asentamientos rurales y productivos dispersos por el territorio controlado desde su oppidum.
Colonización Fenicia
Aunque quiere la tradición, y cierta investigación, vincular el origen de Asido a la colonización fenicia, pocos argumentos sólidos hay hasta la fecha para ello. Se funda particularmente esta hipótesis en el topónimo y su semejanza con la denominación de Sidón, ignorando que tal prefijo As-/Ast resulta habitual en el poblamiento coetáneo del territorio andaluz, como por ejemplo en la cercana Asta, o en Astigis. No es ajena sin embargo esta incipiente sociedad asidonense al influjo del cercano espacio semita y sus actividades de intercambio, alcanzando sus productos al núcleo y al territorio de la misma.

A pesar de su entidad histórica, las fuentes literarias clásicas alusivas a Asido son parcas. Se ignora desde esta perspectiva su devenir histórico durante la presencia Bárquida en el sur peninsular, pues ningún autor clásico se detiene en ello, sin embargo algunos de los yacimientos catalogados muestran una cultura material relacionada con este período, aunque a simple vista de escasa entidad. En cambio acuñó moneda con leyenda libiofenicia, lo cual conduce nuevamente a la existencia de un rol histórico significativo de la localidad, y a la limitación de los estudios actuales como causa de la falta de información. Cabe suponer para esta etapa la existencia de una explotación territorial –y los consecuentes asentamientos rurales vinculadas a la misma- articulada desde Asido, así como la presencia de elementos propios de la vigilancia, el control y la defensa del territorio, como se documentan en espacios y comunidades cercanas.


En la Etapa Romana
La primera fase de la presencia romana en el territorio asidonense, la etapa republicana, puede caracterizarse, en el estado actual de la cuestión, de manera similar a la etapa púnica: escaso conocimiento; indicios de ocupación en determinados enclaves rurales; asentamientos posiblemente vinculados al control del territorio y su circulación. La información procedente de las excavaciones urbanas puede suplir en este caso las carencias manifestadas en el conocimiento del territorio.

Es Plinio (Nat. Hist. 3. 11) una de las fuentes que informa del carácter colonial de Asido Caesarina, adscrita al convento jurídico hispalense: Oppida Hispalensis conventus Celti, Axati, Arua, Canama, aeva, Ilipa cognomine Ilpa, Italica et a laeva Hispal colonia cognomine Romulensis, ex adverso oppidum Osset quod cognominatur Iulia Constantia, Lucurgentum quod Iuli Genius, Orippo, Caura, Siarum, fluvius Maenuba, et ipse a dextro latere infusus. at inter aestuaria Baetis oppida Nabrissa cognomine Veneria et Colobana, coloniae Hasta quae Regia dicitur et in mediterraneo Asido quae Caesarina.

Su carácter municipal en estas fechas lo atestigua la epigrafía, así como la existencia de quattuorviri en su ordenamiento (CIL II, 1315). No hay acuerdo en otorgar el protagonismo de la creación de la colonia asidonense a César o Augusto. Además de los recientes hallazgos monumentales en el Cerro del Castillo, que pueden relacionarse con esta coyuntura histórica, no cabe duda de la actuación sobre el territorio de la ciudad, que hubo de conocer parcelación y asentamientos de colonos en sus tierras más fértiles generando yacimientos arqueológicos vinculados con la explotación agrícola, algunos de los cuales son conocidos, como por ejemplo el denominado Cordones Sur.

La densidad de asentamientos rurales conocidos y catalogados se incrementa desde estas fechas. En época alto imperial, Asido Caesarina gozó de un gran auge urbanístico y social, tal y como lo demuestran los numerosos restos arqueológicos hallados en la urbs y su entorno inmediato, como bustos, togados, columnas, necrópolis, así como el espectacular Conjunto Hidráulico Romano, cuya red de cloacas, datada en el S. I d.C., ofrece en la actualidad más de 30 metros de galerías subterráneas, o el hallazgo de la Calzada Romana, identificada como el Cardus Maximus de la ciudad y construida con grandes losas de piedra, alcanzando esta vía urbana una anchura de casi 8 m.

Constituye los siglos primeros de la era una etapa de auge y desarrollo, bien documentada por las tareas de catalogación realizadas, pues a ella pertenecen buena parte de los bienes arqueológicos conocidos en el término.

El territorium asidonense fue en estas fechas limítrofe con el de Asta Regia, y con el gaditano, siendo posiblemente su límite suroriental el cauce y la desembocadura del actual río Barbate. Las circunstancias propias de la tardorromanidad otorgaron un nuevo papel histórico a la ciudad y su territorio. Frente a Gades, Asido se convierte en sede episcopal, y por la tanto en cabeza de la nueva circunscripción cristiana. Aunque en los asentamientos visitados han sido muy escasos los vestigios vinculados a esta etapa, se asiste al inicio de la implantación de las basílicas paleocristianas rurales en este espacio.

Tanto las actas conciliares (Egara, Hispalis, Toletum) como la epigrafía tardía atestiguan la presencia y la labor de sucesivos obispos, incidiendo no ya sobre la ciudad, sino sobre el territorio, pues la dispersión de los epígrafes fundacionales de los prelados asidonenses se localiza en diversas poblaciones hoy vecinas de Medina Sidonia.

Epoca Bizantina
El nuevo papel central en este espacio que adquiere Asido, por delante de Asta y Gades alcanza su mayor expresión durante el episodio de la constitución de la provincia bizantina de Spania. Assidone la denomina la fuente itineraria tardía del Ravennate (Rav. 317). En estas fechas la localidad será un bastión bizantino, y quedan vestigios escultóricos de esta etapa en la ciudad. Nada relacionado con este período se documenta en los sentamientos conocidos hasta la fecha en el término.

Esta condición de fortaleza bizantina acaba con los asaltos por parte de las tropas de Leovigildo que relata el Biclarense. La ciudad visigoda ha dejado también indicios escultóricos relacionados con una nueva edilicia, tanto en el casco histórico como en la Ermita de los Santos Mártires, de la cual destaca asimismo el epígrafe fundacional. Poca información se halla en los bienes estudiados que puedan remitir a esta cultura y período, salvo la necrópolis ubicada en el bien denominado Mesas de Algar. Sobre los procesos de asentamiento de elementos visigodos y su incidencia en el territorio, una de las consecuencias lógicas del asalto a Assidone, no tenemos constancia fehaciente en el registro arqueológico del término.

Era Islámica
La islamización ulterior no sólo no acabó con la posición preferente de la ciudad, sino que le mantuvo como cabeza de la circunscripción territorial, la cora, de Medina Asidona, siendo ahora lógicamente cuando adquiere la ciudad el epíteto que conserva en la actualidad. Diversas son las alquerías identificadas en su territorio – Casa del Donadío, Cerro del Almendral, Casa del Cepillo, por ejemplo- indicadoras de una intensa ocupación y explotación andalusí de su espacio agrario. Ejemplo de su esplendor en esta etapa es la construcción de la fortaleza defensiva enclavada en la cota superior de la ciudad, de la que se conservan restos de sus muros y puertas fuertes, como la denominada Puerta de la Pastora.

MEDINA SIDONIA

Reseña Histórica Prehistoria
El territorio de la actual ciudad de Medina Sidonia constituye, por razones variadas, parte de un espacio histórico de gran importancia, tanto en la Prehistoria como en la Historia del Sur de la provincia de Cádiz.

El Cerro del Castillo y el Cerro de las Madres, en relación a los cuales se organizará el núcleo urbano principal de la localidad, se encuentran habitados sin solución de continuidad desde la Protohistoria, y el primero de ellos fue germen, desde ese mismo período histórico, de una entidad urbana y cívica.

Este papel histórico regional de la ciudad y su territorio, y su ubicación privilegiada para la defensa y el control de un fértil y estratégico espacio, han convertido a Medina Sidonia en una de las poblaciones con más monumentos y más riqueza arqueológica de la provincia de Cádiz.

Este territorio hubo de ser ya conocido y frecuentado desde las primeras etapas de la Prehistoria, si bien la investigación sistemática sobre este poblamiento inicial aún está por hacer y se desconoce su registro concreto en este término municipal de Medina Sidonia.

Este ámbito espacial está enmarcado en la zona más meridional de la Península donde hay importantes evidencias de la ocupación de grupos de cazadores-recolectores durante el Pleistoceno, y que es objeto igualmente de debate como una de las vías del primer poblamiento de Europa desde África, a través del Estrecho de Gibraltar.

Las investigaciones en entornos próximos, la Comarca de la Janda y Campo de Gibraltar, así como en valles fluviales, como los del Guadalete o del Palmones, demuestran la existencia de estos primeros asentamientos en el Paleolítico Inferior. El estudio de las áreas de aprovisionamiento o consumo de los recursos naturales, tanto bióticos como abióticos, del registro material en su contexto estratigráfico, permitirían el conocimiento sobre las ocupaciones y movilidad de estos grupos en el territorio de Medina Sidonia, en un paisaje tan variado desde la campiña a la sierra y la cercanía de la costa.

La continuidad y características de este poblamiento durante el Pleistoceno final e inicios del Holoceno adolece igualmente de la falta de investigación. Los abrigos con arte rupestre en Benalup-Tarifa son testimonios cercanos de dicha continuidad. Igualmente desconocemos cómo fueron los asentamientos de los grupos neolíticos con una economía ya productora y su evolución posterior. Sin embargo se conservan interesantes testimonios de estas comunidades en el arte de los abrigos y en los conjuntos dolménicos de la comarca de la Janda.

Sobre la base de un poblamiento característico del Bronce Final –detectado hasta la fecha solamente en los yacimientos de El Berrueco y el Cerro de las Madres- hubo de constituirse en el solar de la actual Medina Sidonia una primera entidad urbana, Asido, expresión de una formación social propia de la Edad del Hierro, coprotagonista, a la par que Gadir y Asta, del proceso histórico de una región que se extendía desde las inmediaciones del Estrecho de Gibraltar hasta la desembocadura del Guadalquivir. Poco sabemos de esta etapa de la historia de Asido, ni de su territorio, ni de la ocupación y poblamiento del mismo, un desconocimiento que se sustenta en la carencia de investigaciones ad hoc y no, seguramente, en la inexistencia de asentamientos rurales y productivos dispersos por el territorio controlado desde su oppidum.

Colonización Fenicia
Aunque quiere la tradición, y cierta investigación, vincular el origen de Asido a la colonización fenicia, pocos argumentos sólidos hay hasta la fecha para ello. Se funda particularmente esta hipótesis en el topónimo y su semejanza con la denominación de Sidón, ignorando que tal prefijo As-/Ast resulta habitual en el poblamiento coetáneo del territorio andaluz, como por ejemplo en la cercana Asta, o en Astigis. No es ajena sin embargo esta incipiente sociedad asidonense al influjo del cercano espacio semita y sus actividades de intercambio, alcanzando sus productos al núcleo y al territorio de la misma.

A pesar de su entidad histórica, las fuentes literarias clásicas alusivas a Asido son parcas. Se ignora desde esta perspectiva su devenir histórico durante la presencia Bárquida en el sur peninsular, pues ningún autor clásico se detiene en ello, sin embargo algunos de los yacimientos catalogados muestran una cultura material relacionada con este período, aunque a simple vista de escasa entidad. En cambio acuñó moneda con leyenda libiofenicia, lo cual conduce nuevamente a la existencia de un rol histórico significativo de la localidad, y a la limitación de los estudios actuales como causa de la falta de información. Cabe suponer para esta etapa la existencia de una explotación territorial –y los consecuentes asentamientos rurales vinculadas a la misma- articulada desde Asido, así como la presencia de elementos propios de la vigilancia, el control y la defensa del territorio, como se documentan en espacios y comunidades cercanas.


Etapa Romana
La primera fase de la presencia romana en el territorio asidonense, la etapa republicana, puede caracterizarse, en el estado actual de la cuestión, de manera similar a la etapa púnica: escaso conocimiento; indicios de ocupación en determinados enclaves rurales; asentamientos posiblemente vinculados al control del territorio y su circulación. La información procedente de las excavaciones urbanas puede suplir en este caso las carencias manifestadas en el conocimiento del territorio.

Es Plinio (Nat. Hist. 3. 11) una de las fuentes que informa del carácter colonial de Asido Caesarina, adscrita al convento jurídico hispalense: Oppida Hispalensis conventus Celti, Axati, Arua, Canama, aeva, Ilipa cognomine Ilpa, Italica et a laeva Hispal colonia cognomine Romulensis, ex adverso oppidum Osset quod cognominatur Iulia Constantia, Lucurgentum quod Iuli Genius, Orippo, Caura, Siarum, fluvius Maenuba, et ipse a dextro latere infusus. at inter aestuaria Baetis oppida Nabrissa cognomine Veneria et Colobana, coloniae Hasta quae Regia dicitur et in mediterraneo Asido quae Caesarina.

Su carácter municipal en estas fechas lo atestigua la epigrafía, así como la existencia de quattuorviri en su ordenamiento (CIL II, 1315). No hay acuerdo en otorgar el protagonismo de la creación de la colonia asidonense a César o Augusto. Además de los recientes hallazgos monumentales en el Cerro del Castillo, que pueden relacionarse con esta coyuntura histórica, no cabe duda de la actuación sobre el territorio de la ciudad, que hubo de conocer parcelación y asentamientos de colonos en sus tierras más fértiles generando yacimientos arqueológicos vinculados con la explotación agrícola, algunos de los cuales son conocidos, como por ejemplo el denominado Cordones Sur.

La densidad de asentamientos rurales conocidos y catalogados se incrementa desde estas fechas. En época altoimperial, Asido Caesarina gozó de un gran auge urbanístico y social, tal y como lo demuestran los numerosos restos arqueológicos hallados en la urbs y su entorno inmediato, como bustos, togados, columnas, necrópolis, así como el espectacular Conjunto Hidráulico Romano, cuya red de cloacas, datada en el S. I d.C., ofrece en la actualidad más de 30 metros de galerías subterráneas, o el hallazgo de la Calzada Romana, identificada como el Cardus Maximus de la ciudad y construida con grandes losas de piedra, alcanzando esta vía urbana una anchura de casi 8 m.

Constituye los siglos primeros de la era una etapa de auge y desarrollo, bien documentada por las tareas de catalogación realizadas, pues a ella pertenecen buena parte de los bienes arqueológicos conocidos en el término.

El territorium asidonense fue en estas fechas limítrofe con el de Asta Regia, y con el gaditano, siendo posiblemente su límite suroriental el cauce y la desembocadura del actual río Barbate. Las circunstancias propias de la tardorromanidad otorgaron un nuevo papel histórico a la ciudad y su territorio. Frente a Gades, Asido se convierte en sede episcopal, y por la tanto en cabeza de la nueva circunscripción cristiana. Aunque en los asentamientos visitados han sido muy escasos los vestigios vinculados a esta etapa, se asiste al inicio de la implantación de las basílicas paleocristianas rurales en este espacio.

Tanto las actas conciliares (Egara, Hispalis, Toletum) como la epigrafía tardía atestiguan la presencia y la labor de sucesivos obispos, incidiendo no ya sobre la ciudad, sino sobre el territorio, pues la dispersión de los epígrafes fundacionales de los prelados asidonenses se localiza en diversas poblaciones hoy vecinas de Medina Sidonia.
Época Bizantina
El nuevo papel central en este espacio que adquiere Asido, por delante de Asta y Gades alcanza su mayor expresión durante el episodio de la constitución de la provincia bizantina de Spania. Assidone la denomina la fuente itineraria tardía del Ravennate (Rav. 317). En estas fechas la localidad será un bastión bizantino, y quedan vestigios escultóricos de esta etapa en la ciudad. Nada relacionado con este período se documenta en los sentamientos conocidos hasta la fecha en el término.

Esta condición de fortaleza bizantina acaba con los asaltos por parte de las tropas de Leovigildo que relata el Biclarense. La ciudad visigoda ha dejado también indicios escultóricos relacionados con una nueva edilicia, tanto en el casco histórico como en la Ermita de los Santos Mártires, de la cual destaca asimismo el epígrafe fundacional. Poca información se halla en los bienes estudiados que puedan remitir a esta cultura y período, salvo la necrópolis ubicada en el bien denominado Mesas de Algar. Sobre los procesos de asentamiento de elementos visigodos y su incidencia en el territorio, una de las consecuencias lógicas del asalto a Assidone, no tenemos constancia fehaciente en el registro arqueológico del término.

Reseña histórica época árabe
Era Islámica
La islamización ulterior no sólo no acabó con la posición preferente de la ciudad, sino que le mantuvo como cabeza de la circunscripción territorial, la cora, de Medina Asidona, siendo ahora lógicamente cuando adquiere la ciudad el epíteto que conserva en la actualidad. Diversas son las alquerías identificadas en su territorio – Casa del Donadío, Cerro del Almendral, Casa del Cepillo, por ejemplo- indicadoras de una intensa ocupación y explotación andalusí de su espacio agrario. Ejemplo de su esplendor en esta etapa es la construcción de la fortaleza defensiva enclavada en la cota superior de la ciudad, de la que se conservan restos de sus muros y puertas fuertes, como la denominada Puerta de la Pastora.

Castillo Torrestrella

Puente hundido Ocupación Cristiana
La ocupación cristiana de Medina Sidonia se produce en tiempos de Fernando III, en 1249, volviendo a caer bajo el control musulmán hasta 1267, cuando es definitivamente tomada por Alfonso X. Fruto de estos acontecimientos fue el habitual proceso de reparto de tierras entre los conquistadores y nuevos pobladores, conservándose un Libro del Repartimiento de la localidad datado en 1348. Nuevo proceso de colonización agraria vinculado a estos hechos históricos que suponen tanto la continuidad de muchas alquerías islámicas como la creación de nuevas cortijadas vinculadas con la explotación del agro. Numerosos son los bienes catalogados que muestran indicios de ocupación en esta etapa, aunque necesitan aún de un estudio cronológico más preciso. Desde los inicios de la Medina cristiana, la ciudad constituyó la sede de renombradas órdenes militares, como la Orden de Santiago y la Orden de Santa María de España.

Recibió durante años favores reales de Alfonso X El Sabio, así como de los monarcas que le sucedieron, como lo demuestra la magnifica colección diplomática (Cartas Pueblas, Privilegios Rodados y Cartas Plomadas) que se conserva en su Archivo Histórico Municipal desde el siglo XIII.

La villa sirvió y acogió a los Duques de Medina Sidonia desde el año 1440, cuando fue entregada a D. Juan de Guzmán, tercer Conde de Niebla y primer Duque de Medina Sidonia, recibiendo el título de Ciudad en 1472, de manos del Rey Enrique IV. Durante buena parte de la Edad Moderna la población fue nuevamente cabeza política de la comarca, integrada en el ducado de Medina Sidonia, que continuará hasta las Cortes de Cádiz, aunque es en realidad en 1837 cuando los señoríos son abolidos definitivamente.

De esta época perviven restos de construcciones señoriales, así como varios tramos del recinto amurallado cristiano, en el que se conservan tres de las cuatro puertas originales: el antes mencionado Arco de la Pastora, El Arco de Belén y la Puerta del Sol.

De los siglos posteriores nos han llegado edificios públicos, así como una rica arquitectura religiosa, cuyo máximo exponente se refleja en la Iglesia de Santa María La Mayor La Coronada. Esta riqueza patrimonial concentrada en el núcleo urbano, unida a una arquitectura de calidad, caracterizada por viviendas con profusión de portadas y cierros en su exterior y patios interiores con galerías sustentadas en pies de madera, conforma un Casco Antiguo cuya estructura urbana no solo se ha desarrollado de forma homogénea a lo largo de las distintas etapas históricas, sino que presenta en la actualidad un aspecto armónico y coherente con su entorno, manteniendo en todo momento la trama urbana y las tipologías arquitectónicas.

Al principio
Época Contemporánea
En 2001 Medina Sidonia fue declarada Bien de Interés Cultural en la categoría de Casco Histórico. La tradicional ocupación del espacio agrícola asidonense se atestigua en la profusión de bienes catalogados que indican su permanencia en la Edad Moderna, a los cuales se deben añadir otros elementos del paisaje, como los dos puentes, igualmente catalogados, relacionados con las principales vías de comunicación que atravesaron el municipio.

Los acontecimientos más destacados durante la Época Contemporánea en la localidad fueron: la ocupación de la misma por las tropas napoleónicas entre 1810 y 1812 y el establecimiento de su cuartel general en la llamada Villa Vieja, en el Cerro del Castillo; la construcción en 1837 de sendos edificios públicos en el Barrio de Santiago, el matadero y la alhóndiga, la creación del nuevo cementerio, el mercado de abasto y el Teatro; y la declaración en 1873 del Cantón Independiente de Medina Sidonia

Conjunto Arqueológico "Cerro del Castillo"
En la cumbre del Cerro, se encuentra El Castillo de Medina Sidonia, actualmente en proceso de excavación.

http://arqueologiamedina.blogspot.com/ (enlace al Blog "Diario de Excavación del Castillo de Medina Sidonia)

Tres fortificaciones superpuestas
Las actuaciones arqueológicas realizadas en este espacio indican la existencia de tres fortificaciones superpuestas temporalmente: Restos del castellum militar romano, Restos del alcázar árabe y Restos del castillo medieval.

Vestigios de la Edad de Bronce
Del Conjunto Histórico-Arqueológico existen una buena cantidad de vestigios materiales que retrotraen la presencia humana en la cumbre del cerro de la actual Medina Sidonia al Bronce Final, compuesto de diversas tipologías de cerámicas a mano que , por lo general, presentan una factura muy cuidada, junto a la que, en menor medida, encontramos piezas líticas pulimentadas (hachas-azuelas y manos de mortero) y talladas (diente de hoz); aunque muy escasos, asociados a éstos se encuentran en ocasiones otros restos cerámicos a torno con engobe rojo y fragmentos de ánforas, que dejan patente, todavía de manera testimonial, la presencia fenicio-púnica, tal como recoge la historiografía tradicional. Se entiende que en estos momentos, como ocurrirá en todos los períodos de ocupación de esta altura, la presencia indígena responde a motivos estratégico-defensivos y de control del vasto territorio que desde aquí se domina.

A lo largo de los siglos posteriores nos encontramos con la utilización de la cumbre del Cerro del Castillo como espacio destinado, especialmente, a la defensa de la ciudad, además de control del territorio dada su estratégica situación y altura, habiendo contado a lo largo de la historia con varios recintos fortificados, como deja entrever las fuentes documentales y bibliográficas manejadas y, de manera incontestable, los datos arqueológicos.

Castellum militar romano
Desde el mismo momento de la llegada de los romanos, o poco después, se cree que se inicia la construcción de lo que se ha venido en identificar como un castellum militar. De éste se ha sacado a la luz la mayor parte de su perímetro amurallado, que se conserva con un alzado que supera en ocasiones los 2 metros de altura. El lado mayor Este, de una longitud cercana a los 60 metros, presenta seis pequeñas torres-contrafuertes macizas distribuidas a tramos regulares; al Sur, dos torres huecas cuadrangulares de unos 10 metros de lado en sus extremos Sureste y Suroeste (el lado Oeste sólo se conoce aún de manera parcial). Como hipótesis de trabajo se plantea que el foso situado en la cara Norte, cuyos escarpes están tallados sobre el terreno geológico del cerro, de casi 10 metros de luz y mas de 8 metros de profundidad, hay que asociarlo a este edifico defensivo romano.

Este Castellum romano siguió en uso a lo largo del Alto Imperio, si bien hay que suponer que con una función más simbólica que real como construcción, militar, pasando a convertirse en reflejo del poder de Roma en el territorio. Se trata, a la luz de los datos que manejan los técnicos encargados del proyecto, hasta ahora del único referente de estas características en España.

Alcázar árabe
En el siglo XI se construirá por los almorávides en esta altura un nuevo castillo, esta vez de fábrica de tapial, del que se han podido documentar algunos tramos aún in situ y diversos trozos de muralla caídos en el exterior de la fortaleza.

Castillo medieval
Hacia mediados del siglo XV se va a iniciar la construcción de un nuevo castillo, por voluntad del Primer Duque de Medina Sidonia, en el deseo de mejorar la defensa de esta población y en el de convertirla con ésta y otras acciones en la cabecera de su señorío. La nueva fortaleza, de muros de sillarejos, mampuestos y alambor en su primer tramo, como novedad poliorcética tras la aparición de las armas de fuego, se adosará a los restos del castillo de tapial musulmán.

La Calzada Romana
Calzada Romana
La gran cantidad de hallazgos arqueológicos que se han venido produciendo a lo largo de los siglos en Medina Sidonia, así como las excavaciones sistemáticas realizadas en los últimos años, nos descubren que la ciudad romana que se levantó en este cerro hace más de dos mil años, llamada ASIDO CAESARINA, alcanzó un esplendor urbanístico extraordinario, acorde con su estatus jurídico como Colonia de Derecho Romano.

La verdadera dimensión del urbanismo asidonense en la antigüedad está presente en las obras públicas hasta ahora localizadas, de las que es ejemplo singular este tramo de vía romana descubierta en 1997 y que discurre en parte a cuatro metros por debajo de la calle Álamo.

Construida con grandes losas de piedra, se compone de dos aceras, y una calzada que tiene cinco metros de ancho, capaz de permitir el paso de dos vehículos a la vez.

A lo largo de la línea central de la calle, por debajo del enlosado, se halla una cloaca de casi un metro de altura, que canalizaba las aguas de lluvias y las residuales de edificios y fuentes de la ciudad.

Se han encontrado también un par de tableros de juego grabados sobre las losas de una de las aceras, a los que eran muy aficionados tanto niños como adultos romanos.

Con la puesta en valor de este lugar, no sólo se ha dado un importante paso en el conocimiento histórico y urbanístico de la Medina Sidonia antigua, sino que también se ha acondicionado un espacio cultural que puede ser disfrutado por el público.



Conjunto Arqueológico Romano
Construcciones hidráulicas del siglo I d.C. con un total de 20 metros de galerías subterráneas cuya función como sistema de alcantarillado en la época romana, nos indica el grado de urbanización de la ciudad Assido-Caesarina.

Fueron descubiertas en el año 1969.
Se vaciaron entonces sin ninguna metodología arqueológica para ser luego abandonadas. No será hasta 1991 cuando, por iniciativa municipal y de la Consejería de Cultura, se canaliza su investigación y puesta en valor.
Se trata de una creación del siglo I d. C.

Tres estructuras diferentes: cloacas, habitaciones romanas y criptopórticos.
Las cloacas máximas se encuentran en la periférica de la ciudad, donde desemboca todo el entramado de cloacas más pequeñas que se extendían por la cuidad. Los muros están hechos de sillares de piedra arenisca y las bóvedas son de medio cañón corrido.
El suelo es el original y está impermeabilizado por una capa formada por una mezcla de cerámica triturada de cal. Se aprecia a ambos lados unos acordonamientos que impedirían la filtración de las aguas sucias a través de los muros. En las bóvedas encontramos unos registros circulares que conectaban directamente con las casas.

Horario de Visitas: De 10.30 a 14:00 horas y de 17:30 a 19:30 horas.


Museo Etnográfico, centro dinámico
Dentro de las acciones llevadas a cabo por este Excmo. Ayuntamiento en materia de Patrimonio Cultural, se establece una actuación preferente en torno al Patrimonio Etnográfico, cuyos objetivos son la recuperación, conservación, protección, puesta en valor y difusión de los bienes integrantes de nuestro patrimonio cultural más reciente.
Museo Etnográfico, centro dinámico
En esta línea se enmarca el proyecto de Museo Etnográfico, cuyo propósito principal es mostrar y difundir la forma de vida, costumbres y economía de los habitantes de Medina Sidonia y su entorno en los últimos siglos.

La intencionalidad de crear un centro dinámico que acoja el enorme y variado patrimonio popular que aún se conserva en nuestra zona, pasa por crear un fondo de carácter etnográfico que sirva de punto de partida para un mejor estudio y conocimiento de las bases económicas, sociales e ideológicas que han guiado la evolución histórica de nuestra ciudad.

En base a esto, el Ayuntamiento ha ido recopilando en los últimos años lotes de materiales, procedentes de adquisiciones y donaciones, constituidos por diferentes piezas relacionadas con las actividades agrícolas y ganaderas como principales ejes de la economía tradicional de nuestra zona.

Actividades diarias como el uso de la fuerza animal para el trabajo de la tierra, la carga y transporte de mercancías, la medida y almacenamiento de sólidos y líquidos, los primeros pasos de industrialización de las actividades agrícolas, la cría de ganado, la explotación maderera y otras actividades como son las relacionadas con la transformación de la uva y la posterior elaboración de vino, que nos descubre una actividad vitivinícola que existió en nuestra ciudad, pendiente de una investigación más exhaustiva, son la principales generadoras de este conjunto de piezas, así como de unos usos y costumbres muy particulares que conformaban la vida de nuestros abuelos.

Igualmente el actual fondo contiene una colección importante de muebles y enseres relacionados con el ámbito doméstico, al que constantemente se están incorporando nuevas donaciones procedentes de vecinos que permitirán abarcar el estudio de nuevos aspectos de nuestra cultura tradicional.



En el Parque Natural de los Alcornocales se agrupa un complejo de sierras donde se desarrolla, en excelente estado de conservación, el mayor alcornocal de la Península Ibérica y uno de los más importantes del mundo. Este árbol de carácter mediterráneo, con aspecto generalmente desnudo por la entresaca del corcho, es uno de los elementos más representativos de nuestros bosques y ha alcanzado esta situación privilegiada gracias al aprovechamiento racional de este recurso, explotado desde tiempos inmemoriales.

Bosques galerías
El atractivo natural de este Parque no finaliza aquí, ya que acoge unos bosques galerías excepcionales, capaces de transportarnos a regiones subtropicales ausentes en la actualidad del continente europeo, al estar formados por especies típicas de estos ambientes que han encontrado en este lugar un refugio adecuado para desarrollarse. Se localizan en los denominados «canutos», valles profundos y estrechos excavados por los ríos.

Las 167.767 ha que ocupa el Parque se distribuyen desde Tarifa, en el sur de la provincia de Cádiz, hasta Cortes de la Frontera en el noroeste de la provincia de Málaga. En su mayoría están colonizadas por alcornoques, en ocasiones mezclados con acebuches, quejigos, robles melojos... dependiendo de las condiciones de humedad y tipo de sustrato. El alcornoque es un árbol típico de la cuenca mediterránea que ha adquirido adaptaciones singulares para sobrevivir en este clima. Posee raíces profundas para captar agua con mayor facilidad y las hojas tienen una cutícula dura que impide el exceso de transpiración y por tanto la pérdida de agua a través de la superficie. Por último, la corteza de corcho actúa como capa protectora contra el fuego, pues en la región mediterránea existe un fuerte riesgo de incendio durante la época estival.

El matorral que coloniza las laderas es generalmente el resultado de la degradación del bosque originario, constituido por quejigos y robles. Sin embargo en ocasiones se desarrolla sobre superficies azotadas por el viento o bien sobre suelos muy pobres donde el bosque no puede prosperar. Está constituido por lentiscos, jaras, brezos, cantuesos, torviscos y majuelos, entre otros especies típicas del clima mediterráneo.

Águila cazando
En las lajas y tajos de la sierra se localizan rapaces rupícolas como el buitre común, el alimoche, el águila perdicera, el búho real, halcones peregrinos y cernícalos.

Estas sierras presentan gran riqueza en rapaces contabilizando hasta un total de 18 especies: grandes concentraciones de el buitre leonado, el buho real, el halcón peregrino y cernícalos, el alimoche, los azores, los gavilanes, y diversas águilas, culebrera, perdicera, calzada, imperial y real.

Las granívoras están representadas por el petirrojo, el chochín, el mito y el herrerillo; las insectívoras por el ruiseñor, el abejarruco, la golondrina y el vencejo. La fauna que habita en los canutos está compuesta por mirlos acuáticos, martín pescador, aviones zapadores...

Zona de migración en la que confluyen cientos de miles de aves europeas.
Venados y corzos, cuya población es la más meridional del continente, forman la población de mamíferos ungulados. Entre los depredadores, zorros, ciervos, jabalíes, ginetas, tejones, la nutria, el turón, la comadreja, el gato montés y la mayor colonia peninsular de meloncillos.


Los canutos suponen auténticos bosques subtropicales, hoy día desaparecidos del continente europeo salvo en Turquía y España. En estos valles excavados por los cauces fluviales sobreviven especies vegetales del periodo terciario que dan lugar a una laurisilva en su parte meridional, formada por rododendros, alisos, laurel, fresno, avellanillo, acebo, rusco y varios tipos de helecho, algunos de ellos de enorme interés botánico. El Psilotum nudum, una auténtica joya botánica, única en nuestro hemisferio, destaca entre los helechos.

Igualmente encontramos palmitos, el olmo, la zarzaparrilla, el álamo blanco, Cuenta este parque con los mayores alcornocales del planeta, bosques de quejigos, acebuches, encinas y algarrobos. También con bosques y sotos fluviales de alisos y fresnos.


Municipios: Alcala de Los Gazules, Algar, Algeciras, Arcos de La Frontera, Barrios (los), Benalup-casas Viejas, Benaocaz, Bosque (el), Castellar de La Frontera, Jerez de La Frontera, Jimena de La Frontera, Medina-Sidonia, Prado del Rey, San Jose del Valle, Tarifa, Ubrique, Cortes de La Frontera

Fecha de declaración: 28 de Julio de 1989

Dirección-Conservación del Parque Natural: Pza. San Jorge n.º 1. Casa Cabildo. 11180 - Alcalá de los Gazules (Cádiz) 956 418 601 - fax: 956 418 610 - email: pn.alcornocales.cma@juntadeandalucia.es

Alcornoque

En el Parque Natural de los Alcornocales) se agrupa un complejo de sierras donde se desarrolla, en excelente estado de conservación, el mayor alcornocal de la Península Ibérica y uno de los más importantes del mundo. Este árbol de carácter mediterráneo, con aspecto generalmente desnudo por la entresaca del corcho, es uno de los elementos más representativos de nuestros bosques y ha alcanzado esta situación privilegiada gracias al aprovechamiento racional de este recurso, explotado desde tiempos inmemoriales.

Bosques galerías
El atractivo natural de este Parque no finaliza aquí, ya que acoge unos bosques galerías excepcionales, capaces de transportarnos a regiones subtropicales ausentes en la actualidad del continente europeo, al estar formados por especies típicas de estos ambientes que han encontrado en este lugar un refugio adecuado para desarrollarse. Se localizan en los denominados «canutos», valles profundos y estrechos excavados por los ríos.

Las 167.767 ha que ocupa el Parque se distribuyen desde Tarifa, en el sur de la provincia de Cádiz, hasta Cortes de la Frontera en el noroeste de la provincia de Málaga. En su mayoría están colonizadas por alcornoques, en ocasiones mezclados con acebuches, quejigos, robles melojos... dependiendo de las condiciones de humedad y tipo de sustrato. El alcornoque es un árbol típico de la cuenca mediterránea que ha adquirido adaptaciones singulares para sobrevivir en este clima. Posee raíces profundas para captar agua con mayor facilidad y las hojas tienen una cutícula dura que impide el exceso de transpiración y por tanto la pérdida de agua a través de la superficie. Por último, la corteza de corcho actúa como capa protectora contra el fuego, pues en la región mediterránea existe un fuerte riesgo de incendio durante la época estival.

El matorral que coloniza las laderas es generalmente el resultado de la degradación del bosque originario, constituido por quejigos y robles. Sin embargo en ocasiones se desarrolla sobre superficies azotadas por el viento o bien sobre suelos muy pobres donde el bosque no puede prosperar. Está constituido por lentiscos, jaras, brezos, cantuesos, torviscos y majuelos, entre otros especies típicas del clima mediterráneo.

Águila cazando
En las lajas y tajos de la sierra se localizan rapaces rupícolas como el buitre común, el alimoche, el águila perdicera, el búho real, halcones peregrinos y cernícalos.

Estas sierras presentan gran riqueza en rapaces contabilizando hasta un total de 18 especies: grandes concentraciones de el buitre leonado, el buho real, el halcón peregrino y cernícalos, el alimoche, los azores, los gavilanes, y diversas águilas, culebrera, perdicera, calzada, imperial y real.

Las granívoras están representadas por el petirrojo, el chochín, el mito y el herrerillo; las insectívoras por el ruiseñor, el abejarruco, la golondrina y el vencejo. La fauna que habita en los canutos está compuesta por mirlos acuáticos, martín pescador, aviones zapadores...

Zona de migración en la que confluyen cientos de miles de aves europeas.
Venados y corzos, cuya población es la más meridional del continente, forman la población de mamíferos ungulados. Entre los depredadores, zorros, ciervos, jabalíes, ginetas, tejones, la nutria, el turón, la comadreja, el gato montés y la mayor colonia peninsular de meloncillos.


Buitre leonado

Venado Canutos
Los canutos suponen auténticos bosques subtropicales, hoy día desaparecidos del continente europeo salvo en Turquía y España. En estos valles excavados por los cauces fluviales sobreviven especies vegetales del periodo terciario que dan lugar a una laurisilva en su parte meridional, formada por rododendros, alisos, laurel, fresno, avellanillo, acebo, rusco y varios tipos de helecho, algunos de ellos de enorme interés botánico. El Psilotum nudum, una auténtica joya botánica, única en nuestro hemisferio, destaca entre los helechos.

Igualmente encontramos palmitos, el olmo, la zarzaparrilla, el álamo blanco, Cuenta este parque con los mayores alcornocales del planeta, bosques de quejigos, acebuches, encinas y algarrobos. También con bosques y sotos fluviales de alisos y fresnos.

"Pela" del alcornoque

Transporte del corcho por mulaLa presencia humana en el Parque data de épocas remotas, como señalan las pinturas encontradas en las lajas de las serranías. Más tarde los colonizadores mediterráneos, fenicios y griegos, desembarcaron en estas costas estableciendo contactos comerciales con los indígenas. Los romanos transformaron los bosques y fundaron ciudades como Oboa (Jimena de la Frontera ) y Lascuta (Alcalá de los Gazules). Ya en la Edad Moderna los bosques fueron preservados por los musulmanes que realizaron trabajos de conservación.

La extracción del corcho es un recurso ancestral, que aún hoy se realiza de forma muy similar. El período de descorche debe coincidir con la máxima actividad vegetativa para que el árbol se recupere lo más pronto posible. Es llevado a cabo por cuadrillas que viven en el monte mientras dura la operación. Obreros especializados realizan la «pela» y van apilando las «panas» que serán trasladadas mediante caballería para más tarde pesarlas y clasificarlas. Junto a este recurso se realiza la cría de cerdo en montanera, cabras, vacas y ganadería brava.

Los artesanos se dedican en especial a la guarnicionería, la palma y la madera, destacando los dornillos hechos en madera de fresno.


Gastronomía
Nuestra merecida fama, ya no sólo por la exquisita repostería, sino por la gran variedad de platos que se siguen cocinando en la actualidad y que se ofrecen en nuestro bares, restaurantes y ventas, siguiendo fielmente recetas que durante siglos se han pasado de madres a hijas, unido a la exquisita materia prima existente en nuestro término, han convertido a Medina Sidonia en un referente gastronómico en la provincia e incluso fuera de ella.
Las tapas de Medina Sidonia

Tapas y aperitivos típicosLas tapas y aperitivos, de gran arraigo en Medina Sidonia y en general en Andalucía, son porciones pequeñas de algún manjar de la zona que van acompañadas con vino blanco o tinto, así como cerveza o jerez muy fríos.

La palabra tapa (“tapadera”) tiene su origen en rebanadas de pan que el tabernero colocaba sobre el vaso de vino de los clientes para preservarlo de moscas y polvo entre sorbo y sorbo. Y luego alguno tuvo la idea de poner sobre esa rebanada un trocito de algo apetitoso, y así nacieron las tapas.

Tapas típicas de la jandaLos aperitivos
Aperitivos como unas buenas chacinas de la zona (morcillas, butifarras…) o aceitunas, así como unas buenas tapas de apetitosos guisos de carnes (cerdo, conejo, venado, jabalí, berza…), pescados (atún encebollado, pescaito frito…), caracoles (cabrillas en tomate, caracoles…) , aliños (pimientos asados, picadillos...), y demás tapas, son típicas de nuestros bares.



Los guisos
La historia gastronómica de Medina Sidonia está plagada de olores y sabores, que entre ollas y pucheros, nuestras abuelas y bisabuelas nos han ido legado desde el albor de los tiempos.

Son muchos los puntos de la ciudad asidonense en los que puede disfrutarse de excelentes guisos que tienen como ingrediente estrella alguno de los productos silvestres que nos ofrecen nuestros campos.

Así, quedaremos ampliamente satisfechos con un “guiso de berza”, un “puchero” , un “guiso de tagarninas”, con un “guiso de alcauciles”, con guiso de “espárragos con arroz” entre otros.


Berza

TagarninasLa carne
Cuando hablamos de carne en la gastronomía asidonense la variedad de platos se multiplica tanto por el amplio abanico de productos como por los matices que cada establecimiento es capaz de imprimir a esos productos. De esta forma, destacamos los siguientes productos, cocinados de multitud de formas:

Carne de caza: Conejo, liebre, venado, perdiz, jabalí…Aves: Pollo de campo, pavo de campo, pato, faisán…Derivados del cerdo: Chicharrones, solomillos, costillas, chuletas…Vacuno: Carne de retinto, rabo de toro, ternera…
Arroz con conejo y setas

Perdices guisadasLos caracoles y las cabrillas de nuestra tierra...
Tienen una consideración especial en toda la provincia gracias su calidad, que indudablemente viene dada por la riqueza de los pastos de los que estos moluscos se alimentan.

Este manjar es un producto de temporada, de tal forma en determinados momentos del año pedir la tapita de caracoles o las cabrillas en tomate se convierten en todo un ritual en muchos bares asidonenses.


Cabrillas en tomate

Caracoles típicosLos productos del mar...
Si conjugamos en Medina la cercanía de la localidad a la costa, las excelentes costas de la provincia gaditana y el buen hacer nuestros cocineros y cocineras, no será difícil intuir la exquisitez de los platos con ingredientes de la mar.

El marisco, el pescado blanco, el pescado azul, las almejas, los mejillones, los calamares, los chocos..., ocupan un lugar privilegiado en la gastronomía de Medina Sidonia.


Bacalao con pisto

Pescaíto fritoY qué decir de los postres...
Si encantados quedarán los comensales tras los exquisitos platos asidonenses, no menor será el encanto de los excelentes postres caseros que pueden degustarse en los restaurantes.


Las Fiestas de Medina Sidonia son:
Cabalgata de los Reyes Magos
Virgen de la Paz
Carnavales
Semana Santa
Feria y Fiestas - Feria de Ganado
Romería de San Isidro
Los veranos de Medina Sidonia
Fiesta de San Fermín
Jornadas de Puertas Abiertas
Belén Viviente
Actividades Festivas Navideñas

Contacto

Estos son los datos de contacto de Visita al pueblo de Medina Sidonia | Cádiz para que puedas hacer tu reserva o consultar lo que necesites.

Dirección: A-381, 11170 Medina-Sidonia, Cádiz, España

1032 Visitas

¡Contáctanos!

Características

  • Historia - Monumento

Otros sitios y alternativas Costasur

Otras páginas en este destino